Marc Márquez volvió a demostrar su imparable estado de forma en el Gran Premio de Italia en Mugello, un circuito históricamente complicado para él. Este 2025, el piloto español parece capaz de imponerse en cualquier pista, incluso en territorio ‘enemigo’ donde el público no siempre le recibe con los brazos abiertos.
El octocampeón logró silenciar a los ‘tifosi’ tras una carrera intensa en la que tuvo que enfrentarse a rivales locales como Pecco Bagnaia, quien intentó presionarle sin éxito. A pesar de los intentos de superación del piloto italiano, Márquez mantuvo el control y subió al podio con la icónica bandera de Ducati, marcando un momento simbólico para la marca italiana y para su propia trayectoria.
Álex Márquez, su hermano y compañero de equipo, destacó el salto de calidad que le ha dado a Marc el cambio a Ducati. “Antes decían que Mugello era malo para Honda y para él, pero con Ducati puede ser rápido en todos los circuitos”, comentó. Y es que el piloto leridano sigue encontrando la “magia” para ir rápido incluso cuando las circunstancias no parecen favorecerle.
El triunfo en Mugello no solo es importante en lo deportivo, sino también en lo emocional. El gesto de su jefe de equipo, Gigi Dall’Igna, defendiendo a Marc ante los silbidos del público, fue valorado por el piloto como una muestra de apoyo vital en un ambiente tan hostil.
Por su parte, Pecco Bagnaia vive un momento difícil, con problemas técnicos y ya muy lejos en la clasificación general. El italiano reconoció la frustración por no poder luchar al máximo, mientras Márquez sigue ampliando su ventaja en la tabla.
Con esta victoria, Márquez no solo reafirma su liderazgo en MotoGP 2025, sino que también muestra que está en uno de los mejores momentos de su carrera, disfrutando de cada éxito con la tranquilidad que le da su familia y el equipo.
