El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a arremeter contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al insistir en vincular a un familiar del jefe del Ejecutivo con negocios relacionados con prostíbulos. Esta acusación, lanzada sin aportar pruebas concluyentes, ha sido duramente criticada por miembros del Gobierno y por el propio entorno de Sánchez, que denuncian una estrategia basada en la difamación y el ataque personal.
Desde Moncloa, se rechaza rotundamente entrar en lo que califican como “el juego de la porquería” y acusan a Feijóo de alimentar una política de confrontación y fango que degrada el debate público. “No vamos a participar en una campaña de desinformación basada en bulos y ataques personales”, han señalado fuentes gubernamentales, que piden centrar la atención en los asuntos que realmente preocupan a la ciudadanía.
Este nuevo episodio agrava aún más la tensión entre los dos principales partidos políticos del país, en un contexto ya marcado por una fuerte polarización. Mientras el PP defiende su derecho a exigir explicaciones sobre las actividades del entorno del presidente, el Gobierno considera que se ha cruzado una línea inadmisible en la confrontación política.
