El Santiago Bernabéu se prepara para revolucionar la temporada 25/26 con una serie de cambios que lo consolidan como un estadio de vanguardia, capaz de acoger grandes eventos internacionales más allá del fútbol. Por primera vez, España recibirá un partido oficial de la NFL, que se disputará en el corazón de Madrid, en un recinto que ha dejado de ser únicamente el templo del Real Madrid para transformarse en un espacio multifuncional de escala global.
Este salto hacia la versatilidad responde a una remodelación integral con una inversión que supera los 1.347 millones de euros, incluyendo un innovador sistema hipogeo que permite retirar y proteger el césped natural para adaptarse a distintos formatos: desde partidos de fútbol hasta conciertos y eventos de fútbol americano.
Para acomodar las dimensiones del campo de la NFL (109,7 x 48,8 metros), el Bernabéu retirará varias filas en las gradas de fondo, que además se transformarán en estructuras retráctiles. Así, el estadio podrá acoger no solo la NFL, sino también otras disciplinas y espectáculos de gran formato. Asimismo, se ampliará el primer anfiteatro con dos filas nuevas, incrementando la capacidad y mejorando la experiencia para los espectadores.
Uno de los puntos pendientes es la adecuación de los vestuarios, que en el caso de la NFL necesitan espacios mucho más amplios para alojar a un equipo y staff muy superior en número respecto al fútbol. Por ahora, se estudia habilitar salas adicionales dentro del propio estadio para solucionar esta necesidad.
En cuanto al césped, se ha instalado un nuevo tapiz natural con base artificial, protegido para favorecer su crecimiento. Para el partido de la NFL y el inicio de temporada se usará este césped, aunque se contempla un césped mixto premium —en cultivo en Plasencia— que podría instalarse en noviembre para asegurar la máxima calidad tras el evento.
Finalmente, el estadio incorporará un segundo anillo LED entre el segundo y tercer anfiteatro, completando así su ecosistema visual con campañas publicitarias dinámicas e inmersivas que igualarán a las de los recintos deportivos más avanzados del mundo.
Con estos avances, el Santiago Bernabéu no solo prepara una temporada histórica, sino que también sitúa a Madrid como epicentro global de eventos deportivos y culturales, marcando un antes y un después en la historia del estadio y de la ciudad.
