El piloto australiano volvió a mostrar su temple en el Gran Premio de Bélgica, superando una situación complicada y consolidando su posición al frente del campeonato mundial. Piastri sigue demostrando que no es solo una promesa, sino una realidad en la lucha por el título de la Fórmula 1.
En una carrera marcada por condiciones cambiantes, con un tramo inicial bajo la lluvia y un rápido secado del asfalto, Piastri supo sacar ventaja, especialmente frente a sus rivales españoles. Aunque la diferencia de puntos con su compañero de equipo Lando Norris es ajustada (266 frente a 250), y Max Verstappen sigue acechando, el australiano dio un paso firme para ratificar su favoritismo.
Tras una etapa difícil en Austria y Silverstone, Piastri llegó a Spa presionado pero respondió con una actuación sólida, pese a ceder el sprint a Verstappen. “Sabía que la vuelta uno era mi opción para ganar. Así que me centré y supe gestionarlo para que funcionase”, explicó el piloto, quien superó a Norris en una maniobra precisa en la primera vuelta.
Durante la carrera, el australiano enfrentó dificultades con los neumáticos medios que McLaren le asignó, pero su gestión inteligente y la impaciencia de su compañero le permitieron mantener la ventaja y llevarse el triunfo. “Me salió una buena gestión. Al final sufría con el medio, pero sentía que estaba bajo control”, añadió Piastri.
Con ocho victorias en la temporada, igualando a su compañero Norris y a figuras como Charles Leclerc o Daniel Ricciardo, Piastri llega a Hungría con una confianza creciente. Mientras el mundo de la Fórmula 1 ya mira hacia 2026, el piloto australiano demuestra que 2025 es su año para brillar.
