La ausencia de Alberto Núñez Feijóo en el solemne acto de apertura del Año Judicial ha intensificado la tensión política entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. El líder del PP ha justificado su decisión alegando que no quiere legitimar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, procesado por el Tribunal Supremo, mientras desde Moncloa interpretan su gesto como una maniobra dictada por el temor a ser cuestionado por Vox.
El Ejecutivo, a través del ministro de Justicia, Félix Bolaños, calificó el gesto de «grave desconsideración al Rey, al Tribunal Supremo, al Consejo General del Poder Judicial y a las carreras judicial y fiscal». El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, fue aún más lejos y acusó a Feijóo de carecer de la «institucionalidad precisa» para gobernar España.
Desde el entorno del presidente del PP, en cambio, sostienen que se trata de una decisión «coherente» y previamente comunicada al Consejo General del Poder Judicial. «No se trata de despreciar al Rey, sino de no convalidar que el fiscal general se dirija a los jueces que deben decidir si lo sientan o no en el banquillo», defendió Feijóo en un acto en Guadalajara. «Cualquier demócrata tiene que denunciarlo y, por eso, no tengo ninguna duda en ausentarme», añadió.
En Moncloa, sin embargo, creen que la ausencia del líder popular no es tanto un gesto de defensa de la independencia judicial como una estrategia de cálculo político. «Si sigue inflando a Vox, va a generar un problema muy serio para el país», advirtieron fuentes gubernamentales.
La polémica se enmarca en un contexto ya enrarecido, tras las críticas del propio presidente del Gobierno a la actuación de ciertos jueces y con un fiscal general procesado que ejercerá de anfitrión en la ceremonia presidida por Felipe VI.
Mientras tanto, Génova insiste en que su compromiso con la Corona y con la independencia judicial «está fuera de toda duda», y recalca que la «anomalía» no es la ausencia de Feijóo, sino la presencia del fiscal general del Estado en el Supremo, tribunal que en breve deberá juzgarlo.