Barcelona se prepara para una noche mágica con la llegada de las Delta Acuáridas, una de las lluvias de estrellas más singulares del verano. Aunque menos populares que las Perseidas, estas estrellas fugaces ofrecen un espectáculo igualmente cautivador que podrá observarse en su punto álgido entre la noche del 30 y la madrugada del 31 de julio. Si el cielo se mantiene despejado, los amantes de la astronomía podrán ver hasta 25 meteoros por hora, especialmente desde lugares alejados de la contaminación lumínica.
Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), las Delta Acuáridas están activas desde el 12 de julio hasta el 23 de agosto, pero el pico de actividad se espera durante la madrugada del 31 de julio, siendo también visibles las noches previas y posteriores. Este año, la fase de cuarto creciente de la Luna favorece la observación, al aportar menos luz que podría dificultar la visibilidad de los meteoros.
Dónde ver las Delta Acuáridas cerca de Barcelona
Para disfrutar al máximo del fenómeno, es clave buscar espacios con mínima iluminación artificial. El Parque Natural de Collserola, a pocos minutos del centro, ofrece varios miradores ideales para la observación. También Montjuïc, pese a su cercanía urbana, cuenta con rincones oscuros aptos para la cita astronómica.
Quienes busquen una experiencia más inmersiva pueden desplazarse a entornos naturales como la Sierra de Santa Creu d’Olorda, el Puig Madrona, o la emblemática Montaña de Montserrat, cuyo entorno rocoso y su altitud brindan un marco espectacular para contemplar el cielo.
Los aficionados más entregados al astroturismo encontrarán en el Observatorio de Pujalt o el Parque Astronómico del Montsec opciones únicas para combinar el aprendizaje científico con la emoción de observar el firmamento. Ambos centros, a poco más de dos horas de la ciudad, ofrecen actividades guiadas y sesiones educativas.
Consejos para una observación óptima
Las Delta Acuáridas destacan por sus trazas largas y tenues, que surcan el cielo en varias direcciones. Aunque su radiante se encuentra en la constelación de Acuario, no es necesario mirar directamente hacia ella. Lo ideal es evitar la vista de la Luna, dejar que los ojos se acostumbren a la oscuridad durante al menos 20 minutos y mirar hacia las zonas más oscuras del cielo.
No se necesitan telescopios ni instrumentos especiales: una esterilla, ropa cómoda y paciencia son suficientes para disfrutar de este fenómeno natural.
Una antesala estelar a las Perseidas
Aunque no tienen la fama de las Perseidas, las Delta Acuáridas ofrecen una experiencia más íntima y menos concurrida. Este evento no solo invita a mirar hacia el cielo, sino que también refuerza el creciente interés por el turismo astronómico en Cataluña. Cada verano, más personas apuestan por rutas nocturnas, acampadas bajo las estrellas y visitas a observatorios para reconectar con el universo.
Este final de julio, basta con encontrar el lugar adecuado y levantar la vista para sumergirse en un espectáculo celestial que solo ocurre una vez al año.
