La ciudadanía protesta por primera vez contra el gobierno de Zelenski desde el inicio de la guerra tras la aprobación acelerada de una nueva ley.
La sociedad ucraniana ha salido a las calles para manifestar su descontento con una nueva ley anticorrupción impulsada por el presidente Volodímir Zelenski. La norma, aprobada de forma exprés por el Parlamento, ha generado fuertes críticas entre activistas, organizaciones civiles y ciudadanos, que la consideran un posible intento de debilitar el control sobre las élites políticas en plena guerra con Rusia.
Las protestas, las primeras de carácter antigubernamental desde el inicio de la invasión rusa en 2022, muestran un creciente malestar ante lo que muchos consideran un retroceso democrático. “No luchamos por esto”, rezaba una de las pancartas exhibidas en la Plaza de la Independencia de Kiev.
Zelenski ha prometido reformar las agencias anticorrupción en un plazo de dos semanas para responder a las críticas, pero la desconfianza se mantiene. Diversos analistas advierten que la medida podría ser interpretada como un intento de proteger a miembros cercanos al poder presidencial.
La comunidad internacional, especialmente los aliados occidentales de Ucrania, observa con atención el desarrollo de estos acontecimientos. La lucha contra la corrupción ha sido una de las condiciones clave para el apoyo financiero y militar al país.
