Los seguidores que en noviembre depositaron su confianza en Donald Trump empiezan a expresar un profundo desencanto por varias decisiones y acciones de su administración. Entre los temas que más han alimentado el descontento se encuentran las recientes redadas masivas de inmigración, la falta de claridad sobre el caso Epstein y la polémica intervención en conflictos internacionales como el ataque a Irán y la postura ante la guerra en Gaza.
Gilberto Pérez, diseñador gráfico de Los Ángeles y exseguidor del presidente, resume el sentir de muchos: “Este señor no tiene humanidad. Se está llevando a gente inocente de las calles. Hace tiempo que le retiré mi apoyo. Esto es demasiado”. Pérez, como muchos latinos, había apostado por Trump para mejorar la situación migratoria que él percibía caótica en los últimos meses de la Administración Biden. Sin embargo, afirma que la realidad actual es incluso peor.
El impacto de las redadas en comunidades latinas es especialmente notable en ciudades como Los Ángeles, donde escenas de arrestos a inmigrantes, tanto legales como indocumentados, por parte de agentes federales encapuchados, han generado miedo y rechazo. En contraste con la expectativa que tenían algunos seguidores, las políticas migratorias han aumentado la incertidumbre y la inseguridad económica en estas comunidades.
Según un estudio reciente del Pew Research Center, un 69% de los hispanos republicanos rechaza la campaña de deportaciones masivas impulsada por Trump, mientras que un 31% apoya un camino hacia la legalización para millones de indocumentados que llevan años en el país. Además, la preocupación sobre las consecuencias económicas y sociales de estas deportaciones es alta: un 42% cree que aumentarán los precios de los alimentos debido a la escasez de mano de obra barata.
La pérdida de apoyo también se extiende a figuras públicas que alguna vez mostraron simpatía hacia Trump. Comediantes y podcasters con gran influencia han manifestado su frustración ante las decisiones presidenciales, calificando algunas de sus acciones como “locuras” y alejándose de las razones iniciales por las que lo votaron.
La postura del Gobierno ante la guerra en Israel también está provocando grietas dentro del partido republicano y entre sus votantes más fieles, quienes critican la gestión y la falta de una línea clara. Incluso algunos legisladores republicanos han mostrado apoyo a medidas que buscan limitar la ayuda militar estadounidense al país, evidenciando el creciente debate interno.
Además, la reciente aprobación de un paquete de recortes fiscales acompañado de un gasto público masivo ha generado inquietud entre votantes que esperaban mayor responsabilidad financiera por parte del Gobierno.
Finalmente, la polémica en torno al caso Epstein ha vuelto a abrir heridas en la base de seguidores de Trump. La promesa incumplida de hacer públicos documentos relacionados con el caso y la percepción de falta de transparencia han generado rechazo, especialmente entre los jóvenes.
A seis meses de su mandato, el presidente Trump enfrenta un clima de creciente desilusión entre quienes lo apoyaron con altas expectativas, una señal clara de que la gestión actual está dejando una marca dividida en su electorado.
