El partido entra en estado de alarma interna ante el temor de nuevas revelaciones: «Nadie nos puede asegurar que todo lo que hemos sabido, vergonzoso, cutre y asqueroso, es lo único que hay»
El PSOE se enfrenta a una de sus mayores crisis internas tras la dimisión de Santos Cerdán, secretario de Organización y uno de los principales apoyos de Pedro Sánchez. Su renuncia se produce tras la publicación de un nuevo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que incluye grabaciones comprometedoras relacionadas con la trama de corrupción vinculada a Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos.
La salida de Cerdán supone el segundo abandono de un secretario de Organización del PSOE por implicaciones en escándalos de corrupción, lo que representa un fuerte golpe para la dirección del partido. Según fuentes internas, el ambiente en Ferraz es de auténtico pánico. «Nadie nos puede asegurar que todo lo que hemos sabido, vergonzoso, cutre y asqueroso, es lo único que hay», habría dicho un alto cargo socialista en conversaciones privadas, reflejando la inquietud que reina en las filas del partido.
La presión política y mediática se ha intensificado en las últimas horas, con sectores del PSOE reclamando una respuesta contundente y mayor transparencia por parte de la dirección. Desde Moncloa, de momento, se guarda silencio mientras crecen las especulaciones sobre un posible reajuste en el núcleo duro del Gobierno.
La trama Koldo, que ya salpicó a varios altos cargos y empresas vinculadas a contratos durante la pandemia, ha vuelto al centro del debate político con estas nuevas grabaciones, que podrían comprometer aún más al partido en el poder.
El futuro inmediato del PSOE se presenta incierto, en un momento especialmente delicado para Pedro Sánchez, cuya autoridad interna y capacidad de control se ven seriamente cuestionadas.
