Con el inicio de la almadraba las tortugas suelen quedar atrapadas en las redes pero gracias al trabajo de buzos y voluntarios del Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos tienen una nueva oportunidad
La temporada de la almadraba ya ha dado comienzo y eso se nota en el rescate de tortugas que, cada año, caen en las redes. El trabajo de los buzos y voluntarios del Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM) ayuda a conservar a esta especie que todos los veranos abundan en aguas ceutíes.
Hoy han sido dos los ejemplares de tortuga boba que el CECAM ha trasladado a sus dependencias, sumando ya tres los quelonios a los que intentan recuperar antes de su vuelta al mar. Al igual que en todos los casos, han aparecido atrapadas en las redes, de donde han sido rescatadas por los buzos y con los mismos síntomas de haber ingerido plástico, uno de los grandes males a los que están sometidos los océanos de todo el planeta y que les afecta a la flotabilidad. Además, uno de los ejemplares mostraba un golpe en el caparazón, ya curado.
Con escasos medios, ya que las dependencias apenas pueden seguir albergando más tortugas en caso de ser necesario, pero con una gran voluntad, los voluntarios sacarán a estos dos animales adelante, tal y como vienen haciendo desde hace años con el apoyo incondicional de cada vez más ciudadanos preocupados por apoyar y salvar la vida de los fondos marinos.