El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha marcado distancias con el modelo fiscal pactado entre el Gobierno central y la Generalitat catalana. El líder asturiano se ha unido a otras voces críticas dentro del PSOE, como Emiliano García-Page, así como a varios presidentes autonómicos del Partido Popular, para expresar su desacuerdo con un “cupo catalán” que rompa el régimen común de financiación autonómica.
Desde la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE), se ha lanzado un mensaje claro en defensa de la “multilateralidad” como base para la negociación de un nuevo sistema de financiación. El rechazo se centra en cualquier fórmula que suponga una ventaja exclusiva para Cataluña, lo que consideran una amenaza a la cohesión territorial y a la igualdad entre comunidades autónomas.
“El PSOE de Asturias siempre ha defendido un sistema justo, equitativo y basado en la solidaridad interterritorial”, han señalado fuentes del Ejecutivo asturiano. La propuesta catalana, inspirada en el modelo foral del País Vasco y Navarra, ha generado un creciente malestar entre varias comunidades, que temen quedar en desventaja si se generaliza un esquema de financiación bilateral.
Barbón se suma así a un frente común que exige al Gobierno de Pedro Sánchez que cualquier reforma del modelo financiero se realice mediante un diálogo multilateral, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera, y con el consenso de todas las autonomías.
