España ha vivido este jueves el día de calor primaveral más extremo desde que se tienen registros. La temperatura máxima media alcanzó los 32,2 grados centígrados, un récord histórico que ha dejado cifras sin precedentes para esta época del año.
Durante este episodio de calor extremo, hasta 13 estaciones meteorológicas distribuidas en cinco provincias del país superaron la simbólica y peligrosa barrera de los 40°C, un valor más habitual en pleno verano que en los meses de primavera.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha calificado el fenómeno como un “evento excepcional” y advierte de que este tipo de olas de calor fuera de temporada podrían repetirse con mayor frecuencia en el futuro debido al cambio climático.
Los expertos destacan que estas temperaturas no solo afectan a la salud humana, sino también a los ecosistemas, la agricultura y el consumo energético. Las autoridades han recomendado a la población extremar las precauciones, mantenerse hidratados y evitar la exposición al sol en las horas centrales del día.
Este nuevo récord se suma a una preocupante tendencia de incremento en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos en la península ibérica.
