A pesar del compromiso oficial de no superar los 300 euros, vecinos denuncian precios mínimos de 350 euros en las explotaciones ganaderas locales.
Ceuta se encuentra inmersa en los preparativos para el Eid al-Adha 2025, previsto para el próximo 6 de junio, y ya ha comenzado a recibir los primeros camiones con corderos destinados al sacrificio ritual. Sin embargo, lo que debía ser una celebración organizada y accesible para todas las familias musulmanas, se ha visto empañada por las denuncias de numerosos ciudadanos que acusan a los ganaderos locales de no respetar los acuerdos firmados en cuanto al precio de los animales.
En una reunión oficial celebrada semanas atrás, y con la presencia de representantes de la Comisión Islámica de España (CIE), la UCIDCE (Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta), la Consejería de Sanidad y responsables de las explotaciones ganaderas, se acordó fijar un precio máximo de 300 euros por cordero. El objetivo era evitar los abusos que se han producido en años anteriores y garantizar el acceso al rito a todas las familias, independientemente de su nivel económico.
No obstante, y pese a que el acuerdo quedó reflejado por escrito y fue anunciado públicamente por las entidades religiosas, la realidad en las explotaciones ganaderas dista mucho de lo comprometido. Según testimonios de vecinos que ya han visitado los puntos de venta, el precio mínimo de los corderos ofrecidos actualmente es de 350 euros, incumpliendo flagrantemente lo pactado.
“La mayoría de los borregos están a 350 euros o más. No hay ninguno por menos, y eso que dijeron que no podía pasar de 300”, asegura un residente tras visitar varias explotaciones.

Este incumplimiento ha generado un profundo malestar entre los ciudadanos, que ven cómo se repite una situación que se pretendía evitar este año. La colaboración de las explotaciones ganaderas era clave para mantener los precios en un rango asequible —entre 280 y 300 euros—, pero según denuncias, este compromiso no se está respetando.
Mientras tanto, continúan los preparativos logísticos para instalar los mataderos móviles que operarán en distintos puntos de la ciudad, ofreciendo una alternativa a las instalaciones municipales y facilitando el sacrificio ritual con garantías higiénico-sanitarias.
El Eid al-Adha, que conmemora el acto de fe y obediencia del profeta Ibrahim, es una festividad que promueve valores como la generosidad, la solidaridad y el apoyo a los más necesitados. Sin embargo, la falta de compromiso de algunos ganaderos con los precios acordados amenaza con dificultar el acceso igualitario a esta celebración religiosa.
Desde la CIE y la UCIDCE, que en su comunicado de mayo insistían en la importancia de construir “una comunidad más compasiva y solidaria”, se espera ahora una respuesta firme ante este incumplimiento para corregir la situación antes del 6 de junio. Las familias, por su parte, piden que se respeten los acuerdos alcanzados y que no se convierta una celebración sagrada en un lujo inaccesible.