A partir de este mes, la Guardia Civil comenzará a sancionar no solo a los conductores, sino también a los pasajeros de un vehículo, con multas que podrían alcanzar los 500 euros, en función de la infracción cometida. La medida responde a una aplicación más estricta de la normativa de tráfico, que recuerda que todos los ocupantes de un vehículo están obligados a cumplir con las normas de seguridad vial, independientemente de si están al volante o no.
Entre las conductas que podrán ser sancionadas se encuentran no llevar el cinturón de seguridad, distraer al conductor, interferir en la conducción, o incluso lanzar objetos por la ventana. También podrán ser multados por actitudes que obstaculicen la visibilidad del conductor o el uso correcto del vehículo.
Esta nueva fase de control se enmarca en una campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) para reforzar la responsabilidad colectiva en la seguridad vial, subrayando que los pasajeros no están exentos de acatar la ley. De hecho, las multas pueden ser tanto económicas como implicar la inmovilización del vehículo, si se detectan situaciones graves que comprometan la seguridad.
Además, la DGT recuerda que peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables también pueden ser sancionados por incumplir normas de tráfico, reforzando así el enfoque integral de la normativa vigente.
