La jornada comenzó con un sobresalto para el Real Madrid tras la temprana expulsión de Asencio, quien arrastra un complicado inicio de temporada con dos partidos y dos sanciones. En su segundo año profesional, conocido en Estados Unidos como el ‘sophomore’, el jugador parece enfrentarse a la cruda realidad tras la efervescencia del debut. Sin embargo, la esperanza volvió de la mano de Gonzalo, que confirmó y superó las buenas sensaciones mostradas ante el Al Hilal.
Con un hombre menos y más de ochenta minutos por delante, Xabi Alonso modificó el esquema táctico: Tchouameni retrocedió a la defensa central y solo quedó un delantero en el ataque, inicialmente Gonzalo y más tarde Vinicius, sustituido finalmente por el joven canterano al comprobar que no tapaba su banda. Así, el Madrid comenzó a inclinar el partido con dos rápidas y bien elaboradas jugadas, donde Gonzalo fue protagonista con toques de auténtico maestro. El primero terminó en gol de Bellingham, quien recordó la versión que brilló en la primera parte de la pasada temporada. El segundo fue obra de Güler, quien poco a poco se está consolidando en el equipo.
El Pachuca intentó imponer un ritmo lento y constante, obligando a Courtois a realizar paradas decisivas para mantener el marcador. El portero belga fue clave, frenando numerosas ocasiones, incluso cuando el marcador ya reflejaba ventaja madridista. Valverde selló la victoria con un tanto en la fase de cambios, redimiéndose del penalti fallado en el partido anterior. Finalmente, Courtois encontró su recompensa con un disparo lejano que tocó en Tchouameni y sorprendió al portero rival.
El público, mayoritariamente estadounidense, reconoció a Bellingham como el MVP por la elegancia y calidad de su gol, pero la figura que verdaderamente sostuvo al Madrid fue Courtois, quien se erigió como un muro infranqueable frente a un Pachuca que no pudo evitar encajar tres goles.
