El pasado sábado, Madrid fue testigo de una multitudinaria manifestación en la que participaron alrededor de 10,000 personas, según cifras de la Delegación del Gobierno. El evento fue convocado por la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (Rescop) bajo el lema «Muévete por Palestina». Este acto coincidió con el 77 aniversario de la Nakba, que recuerda el éxodo palestino tras la creación del Estado de Israel en 1948.
La presidenta de la Asociación Hispano Palestina Jerusalén, Saida Ghodaieh Curiel, denunció los continuos desplazamientos, asesinatos y crímenes de lesa humanidad que, según ella, sufre el pueblo palestino. Afirmó que estos actos son televisados y ocurren con la complicidad de países occidentales.
Durante la marcha, que recorrió desde Atocha hasta la Puerta del Sol, se escucharon consignas como «Boicot a Israel» y «No es una guerra, es un genocidio». El evento culminó con la lectura de un manifiesto y poemas por parte de los actores Alberto San Juan y Elisabet Gelabert.
La manifestación también contó con la participación de figuras políticas de IU y Podemos. Lidón Soriano, portavoz de Rescop, destacó la importancia de unir fuerzas para que sus demandas lleguen con claridad al Gobierno español. Antonio Maíllo, coordinador general de IU, defendió la presencia de su partido en la protesta, subrayando el compromiso histórico de su organización con la causa palestina.
Por otro lado, Ione Belarra, líder de Podemos, criticó duramente al presidente israelí, Benjamín Netanyahu, y al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, acusándolo de mentir sobre el comercio de armas con Israel. Según datos, el Gobierno español ha adjudicado 46 contratos de material militar a empresas israelíes desde el inicio de la guerra en Gaza.
La protesta también incluyó acciones simbólicas, como la intervención de Greenpeace que tiñó de rojo la fuente de Neptuno para exigir un embargo de armas a Israel. Esta acción buscó llamar la atención sobre la necesidad de detener el comercio armamentístico que, según los manifestantes, alimenta el conflicto en la región.