Netflix ha dado un paso definitivo al retirar su plan básico, la opción más económica que ofrecía a sus suscriptores. La compañía ya había anticipado esta medida, y desde octubre del año pasado, los nuevos usuarios no podían contratar ese plan. Ahora, los clientes actuales reciben notificaciones para elegir entre los tres planes restantes o cancelar su suscripción.
Con el plan básico fuera de circulación, las alternativas más accesibles son el Plan Estándar con anuncios, que cuesta 6,99 € al mes, y el Plan Estándar sin publicidad, que se eleva a 13,99 €. Ambos planes permiten reproducción en calidad Full HD (1080p) y hasta dos dispositivos activos simultáneamente. La diferencia clave radica en la presencia de publicidad, que para Netflix se proyecta como una fuente significativa de ingresos, estimada en 2.000 millones de dólares para 2025 y con previsiones de alcanzar los 10.000 millones en 2030. Además, está disponible el Plan Premium, con calidad 4K y HDR, hasta 6 dispositivos activos, por 19,99 € mensuales.
Desde su llegada a España en 2015, Netflix ha ido ajustando sus planes y precios. En sus inicios, el plan básico costaba 7,99 € sin calidad HD, el estándar ofrecía contenido en HD por 9,99 € y el premium 4K por 11,99 €. A lo largo del tiempo, la plataforma ha implementado varias subidas de precios y cambios, incluyendo la introducción de publicidad y nuevas restricciones en el uso compartido de cuentas, medidas que han tenido impacto tanto en usuarios como en el valor de sus acciones en bolsa.
Esta evolución marca un cambio claro en la estrategia de Netflix, enfocada en maximizar ingresos mediante la publicidad y un aumento en el precio para aquellos que desean evitarla.
