El delantero francés acusa al club turco de intentar doparlo y de ignorar su situación personal durante su cesión. El Fenerbahçe responde con amenazas de acciones legales.
Allan Saint-Maximin ha desatado la polémica tras unas explosivas declaraciones en el canal de YouTube del influencer francés Zack Nani, donde repasó su carrera y, especialmente, su turbulenta etapa en el Fenerbahçe durante la temporada 2024-25.
“Intentaron doparme, inyectándome cosas sin sentido”, afirmó sin rodeos el delantero francés, quien pertenecía al Al-Ahli de Arabia Saudí y estuvo cedido en el club de Estambul. “Me encontré en situaciones muy locas que inevitablemente afectaron mi rendimiento”, agregó.
Tras un inicio prometedor, el rendimiento de Saint-Maximin decayó, lo que generó críticas desde el propio cuerpo técnico encabezado por José Mourinho. El entrenador llegó a cuestionar públicamente su compromiso: “Puede editar fotos si quiere… no ha entrenado cuatro días seguidos en los últimos tres meses”.
En la entrevista, el jugador también relató episodios de amenazas, presiones y una absoluta falta de sensibilidad del club ante su situación familiar. “Mi padre estaba muriéndose en el hospital, y lo único que importaba era el partido del fin de semana. ¿Dónde está el lado humano?”, expresó visiblemente afectado.
Pese a todo, Saint-Maximin aseguró que intentó rendir al máximo y destacó su respeto por Mourinho: “Hablé con él como un hombre. Es un entrenador excepcional que me ayudó mucho, aunque también a él le pusieron muchos palos en las ruedas”.
El francés definió su paso por el Fenerbahçe como una “guerra tóxica” que dejó secuelas tanto físicas como emocionales.
El Fenerbahçe responde: “Distorsión de los hechos”
Desde Turquía, la reacción no se hizo esperar. El Fenerbahçe emitió un comunicado oficial a través de la red social X en el que calificaron las declaraciones del jugador como “asombrosas” y “dañinas para la reputación del club”.
DECLARACIÓN OBLIGATORIA: “La distorsión de los hechos por parte del deportista sobre el tratamiento que se le aplicó tras un problema de salud constituye un intento de dañar la reputación de nuestro club. Queremos informar al público que haremos uso de todos nuestros derechos legales contra cualquier declaración engañosa o distorsionada sobre nuestra reputación corporativa.”
Con este cruce de declaraciones, el caso Saint-Maximin promete continuar en los despachos legales y mediáticos, mientras el futuro del jugador queda marcado por esta polémica salida del conjunto otomano.
