Representantes del PSOE abandonaron este jueves un acto en memoria de Miguel Ángel Blanco, celebrado en Burgos, tras la lectura de un manifiesto que contenía una crítica directa al Gobierno de España. El texto señalaba que «los testaferros de ETA tienen más poder político que nunca porque el gobierno de España ha pactado con ellos para mantenerse en el poder», una afirmación que provocó el rechazo inmediato de los cargos socialistas presentes.
El homenaje, organizado en recuerdo del concejal del PP asesinado por ETA en 1997, se vio empañado por este incidente que subraya la creciente tensión política en torno a la memoria histórica y la actual coyuntura parlamentaria. El PSOE considera inaceptable la utilización de un acto conmemorativo para lanzar acusaciones de ese calibre, y ha denunciado lo que consideran una “instrumentalización partidista del terrorismo”.
Este episodio se suma a una crisis interna dentro del partido. En Segovia, el que fuera secretario general del PSOE provincial ha anunciado su baja definitiva del partido. «Es una cuestión de dignidad personal», declaró el exdirigente, en un gesto que, aunque no vinculado directamente al acto de Burgos, refleja el malestar que se vive en algunos sectores del socialismo español ante el actual rumbo de la formación.
