En un inesperado giro de su política comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la postergación de los aranceles del 50% a productos de la Unión Europea que debían entrar en vigor el próximo 1 de junio. La decisión se produjo tras una conversación telefónica mantenida este domingo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El anuncio ha sido recibido con alivio en Bruselas, que temía una nueva escalada en las tensiones comerciales transatlánticas. La medida supone un significativo cambio de postura respecto a las recientes acciones del mandatario estadounidense, quien el pasado 15 de mayo impuso fuertes aranceles a México, Canadá y China durante lo que él mismo denominó el «Día de la Liberación».
Según fuentes diplomáticas, la llamada entre Trump y Von der Leyen fue «constructiva» y centrada en encontrar soluciones negociadas para evitar daños económicos mayores a ambas partes. Como resultado, la imposición de los aranceles ha sido aplazada hasta el 9 de julio, dando margen para continuar las negociaciones.
La comunidad internacional observa con cautela este nuevo desarrollo, en un contexto de creciente incertidumbre sobre el rumbo de la política comercial estadounidense en plena campaña presidencial.
