Las autoridades ucranianas han manifestado su preocupación por los recientes preparativos para ejercicios militares conjuntos entre Rusia y Bielorrusia, alegando que representan una posible amenaza a la seguridad regional y a la integridad territorial de Ucrania.
El temor de Kyiv se sustenta en antecedentes recientes: en febrero de 2022, las fuerzas armadas rusas invadieron Ucrania utilizando territorio bielorruso como punto de partida. Desde entonces, Bielorrusia ha permitido que Moscú utilice su infraestructura no solo con fines militares, sino también logísticos y de evacuación.
“Estas maniobras no pueden analizarse fuera del contexto de agresión continua por parte de Rusia”, señaló un portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania. “La utilización previa del suelo bielorruso para lanzar ataques contra nuestro país justifica una vigilancia extrema ante cualquier movimiento militar conjunto en la región”.
Aunque las autoridades bielorrusas insisten en que los ejercicios son de carácter defensivo, expertos internacionales advierten que podrían servir para encubrir despliegues estratégicos o preparar nuevas operaciones militares. En tanto, la comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de estos movimientos, evaluando su impacto en la ya frágil estabilidad del este de Europa.
