La amenaza del Covid-19 y el riesgo de que se expanda con la entrada de la nueva normalidad ha obligado a la suspensión de cualquier evento multitudinario, como es la noche de San Juan. Un dispositivo, integrado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Protección Civil, ha velado para que nadie acceda a las playas. El Foro de Ceuta ha acompañado a ‘Omega 22’, un equipo operativo de la UPR de la Policía Nacional en esta tarea
A las ocho de la tarde el dispositivo policial de la UPR o Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional daba comienzo la tarea encomendada en este inusual San Juan: el control de las playas para preservar la prohibición de acceso a las mismas. Y es que este martes 23 de junio, las hogueras no arderán en la playa, ni la ciudadanía podrá celebrar la llegada del verano o arrojar a las aguas los tradicionales panecillos de San Antonio o los deseos que esperan sean concedidos por la mágica noche.
Es un San Juan totalmente diferente al de otros años, la pandemia del Covid-19 así lo ha querido y aunque desde este pasado lunes se ha vuelto a la nueva normalidad, no es así para este tradicional festejo que, año tras año, congrega a miles de ceutíes en las playas de la ciudad. Precisamente, esta aglomeración de personas ha llevado a las autoridades a decidir clausurar las zonas de baño, el riesgo de contagio es alto y, aunque la ciudad lleva más de dos semanas sin nuevos positivos, toda prevención es poca.
El Foro de Ceuta ha acompañado a un equipo operativo de la UPR, ‘Omega 22’, para conocer en primera persona el dispositivo por esta noche de San Juan. Ya a las 19.30 horas, los bañistas empezaban a desalojar las playas por orden de los agentes, en un amplio dispositivo que se ha extendido por todas las zonas de baño de la ciudad y en el que participan Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil e incluso Guardia Civil, a la que se le ha asignado el área de la Potabilizadora.
Media hora más tarde y con todas las playas totalmente vacías, los agentes han continuado la tarea de vigilar y controlar que esa fuera la imagen de toda la noche de San Juan, tan alejada de la de otras noches como la de hoy, donde el bullicio y las hogueras han sido la nota predominante.
La UPR está conformada por varios equipos, cada uno de ellos integrado por entre cinco y seis policías y una noche como la de hoy, con un dispositivo tan especial, prácticamente todo el grupo se encuentra de servicio, bajo el mando del inspector o jefe del grupo.
Desde Benzú hasta el Tarajal, todas las playas presentaban la misma imagen desierta y a las 21.15 horas los agentes integrantes del dispositivo daban por controlada totalmente la situación, pero el trabajo se alargará durante toda la noche para evitar que alguna persona pueda saltarse la prohibición.
Es una tarea más a sumar a la que estos agentes han desarrollado durante los meses del estado de alarma y el confinamiento de la población. Durante la fase 0 se encargaron de controlar las limitaciones de salida de personas sin causa justificada o que todos y todas llevaran mascarillas en la fase 1 en la que ya se permitió una mayor libertad de movimiento y ahora su tarea continúa en las calles recordando las medidas a adoptar porque como las autoridades recuerdan a diario, el virus continúa en la ciudad y solo entre todos podremos vencerlo.