Vox ha iniciado una ofensiva política en el Congreso de los Diputados y en varios parlamentos autonómicos para promover la prohibición del uso del velo islámico en espacios públicos. La formación de extrema derecha busca que el Partido Popular se sume a esta medida, que enmarca como parte de su agenda de “defensa de la identidad cultural” frente a lo que consideran “símbolos de sumisión”.
La propuesta ha generado tensiones en el panorama político, ya que desde sectores del PP existe cautela por el posible impacto social y jurídico de una restricción que afectaría a derechos fundamentales, como la libertad religiosa. Vox, sin embargo, insiste en que esta iniciativa es necesaria para “preservar los valores occidentales” y asegura que continuará llevándola a debate en todas las cámaras legislativas donde tenga representación.
Organizaciones de derechos humanos han advertido que una prohibición generalizada del velo podría vulnerar la Constitución española y tratados internacionales ratificados por el país. El debate se anticipa intenso, con implicaciones tanto políticas como sociales en un contexto de creciente polarización.
