Barcelona, 2 de junio de 2025.
Un grupo de refugiados palestinos que hasta hace poco trabajaban en la remodelación del Camp Nou ha llevado a los tribunales a una de las subcontratas de la obra por presunto despido improcedente y condiciones laborales abusivas. Según sus denuncias, fueron sometidos a jornadas extenuantes, salarios por debajo del convenio y amenazas sistemáticas cuando reclamaban sus derechos.
Los denunciantes, acogidos previamente por la Cruz Roja tras huir del conflicto en Palestina, relatan cómo fueron contratados por la empresa Opportunity of a Lifetime SL, una de las decenas de subcontratas implicadas en la construcción del estadio que dirige la multinacional turca Limak. En declaraciones a EL PERIÓDICO, afirman haber trabajado más de 10 horas diarias, hasta siete días a la semana, sin los descansos ni retribuciones legales correspondientes.
“Siempre me pedían que me quedara más horas. Un día salimos pasadas las diez de la noche y al día siguiente tenía que estar allí otra vez a las ocho. Me negué y me dijeron: ‘Mañana no vuelvas más’”, recuerda Manwar, uno de los afectados.
Los testimonios recogidos por este medio coinciden con denuncias previas realizadas en noviembre de 2023, que ya llevaron a la Inspección de Trabajo a imponer más de un millón de euros en sanciones a empresas subcontratadas en las obras por impago de salarios y horas no cotizadas.
El bufete Col·lectiu Ronda, que representa legalmente a los trabajadores, ha presentado hasta el momento seis demandas por despido improcedente, señalando a Opportunity of a Lifetime SL y a Rinko Instalaciones Internacionales SL como responsables. Ninguna de las dos empresas se ha presentado a las conciliaciones previas al juicio.
Entre los denunciantes figuran Marwan, Omar, Ahmed, Tariq e Ismail —nombres ficticios para proteger su identidad—, quienes aseguran haber sido víctimas de fraude salarial. En algunos casos, sus nóminas reflejaban importes superiores a los que efectivamente recibieron en sus cuentas bancarias.

“Mi nómina decía que cobraba más de 1.000 euros, pero en el banco solo me ingresaron 680”, denuncia Ahmed, quien muestra los documentos como prueba.
Además, varios trabajadores aseguran que recibieron presiones para devolver parte del sueldo en efectivo, bajo amenaza de despido. Aunque este extremo no ha podido ser confirmado de manera independiente, otras fuentes laborales coinciden en la descripción de estas prácticas como habituales.
Desde Limak, empresa encargada de coordinar las obras del Camp Nou, han respondido que “Opportunity of a Lifetime no está directamente subcontratada por Limak”, pero que “se exige a todas las empresas que actúan en el proyecto el máximo respeto a la legalidad y a los derechos de los trabajadores”.
Los trabajadores aseguran que las órdenes en el día a día las recibían de personas vinculadas a Rinko Instalaciones, empresa ya investigada por la Inspección de Trabajo y que, según la información obtenida, tampoco ha aclarado si mantiene vínculos formales con Opportunity of a Lifetime.
Mientras las demandas avanzan en los juzgados, algunos de los afectados han abandonado ya España en busca de mejores condiciones laborales en otros países europeos. Otros, como Omar, sufren secuelas físicas por el exceso de trabajo. “Desde el primer día pensé en dejarlo, pero necesitaba el dinero para mi familia”, lamenta.
“Si llego a saber lo que me espera, no vengo”, concluye Tariq, que dejó atrás una vida en Cisjordania con la esperanza de encontrar una oportunidad en Europa. Lo que encontró, dice, fue explotación.