El presidente del Gobierno y el líder del PP hacen balance político simultáneo entre tensiones internas, casos de corrupción y ambiente preelectoral.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo han coincidido este lunes a las 12:00 en un gesto poco habitual: ambos líderes han hecho balance del curso político al mismo tiempo pero desde frentes opuestos. Mientras el presidente del Gobierno ha defendido desde Moncloa que ha cumplido el 45% de sus objetivos para la legislatura, el presidente del Partido Popular ha sentenciado ante su Comité Ejecutivo que el mandato socialista está en una “fase agónica”.
La jornada ha estado marcada por el cruce de discursos en un contexto cargado de tensión política. Sánchez ha insistido en que su Ejecutivo ha ganado el 86% de las votaciones en el Congreso y ha llegado “vivo al verano”, pese a la fragilidad parlamentaria que evidenció la reciente derrota del decreto antiapagones y la falta de unos nuevos Presupuestos desde 2023. Desde el entorno del presidente, se impulsa ahora una agenda social más ambiciosa de cara a un tramo final de legislatura que, oficialmente, se prevé completar hasta 2027.
Por su parte, Feijóo ha arremetido con dureza contra el Ejecutivo socialista, acusándolo de haber sumido al país en una “crisis institucional y de credibilidad” provocada, según él, por los casos de corrupción que afectan al PSOE y al entorno del presidente. En su intervención, ha insistido en que Sánchez está “pendiente a diario de decisiones judiciales sobre encarcelamientos, redadas e informes de la UCO”. Una referencia directa a la entrada en prisión de Santos Cerdán, número tres del PSOE, por su implicación en una presunta trama de amaños en adjudicaciones públicas.
Desde Génova también han cargado contra las concesiones del Gobierno a los partidos independentistas, calificando el “cupo separatista” para Cataluña como una cesión inadmisible. Aun así, el PP no ha logrado reunir los apoyos necesarios entre los socios de investidura del PSOE para impulsar una moción de censura.
En paralelo, Feijóo ha aprovechado el encuentro con su Comité Ejecutivo para anunciar una reorganización interna con nuevos nombramientos: Mercedes Navío liderará el área de Salud Mental; Antonio Sanz asumirá Interior y Emergencias; Fernando Navarrete se pondrá al frente de Sostenibilidad del Estado del Bienestar; y Álvaro Pérez coordinará la acción parlamentaria. Además, Luisa Fernanda Rudi será propuesta como defensora del afiliado.
Mientras el PSOE confía en sobrevivir parlamentariamente a una legislatura cada vez más cuesta arriba, el PP se prepara para un posible adelanto electoral. “Con Pedro Sánchez no se puede bajar la guardia”, han advertido desde la dirección popular, que mantendrá la estructura del partido “abierta por vacaciones” para afrontar cualquier eventualidad.
