Más de un mes después de las devastadoras lluvias torrenciales que arrasaron varias localidades de la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre, miles de personas han salido nuevamente a las calles de Valencia para mostrar su indignación contra la gestión del president de la Generalitat, Carlos Mazón.
Segunda jornada de protestas masivas
Bajo el lema «Mazón, dimisión», la movilización comenzó este sábado en la Plaza del Ayuntamiento y avanzó hacia la Plaza de la Virgen, tras recorrer calles emblemáticas como Barcas, Poeta Querol y La Paz. La protesta, organizada por colectivos sociales, sindicatos y asociaciones cívicas, exigió no solo la dimisión de Mazón, sino también la del Consell, al que acusan de una falta total de respuestas ante el desastre.
La marcha se produce apenas dos días después de otra concentración masiva en Valencia, que coincidió con el primer mes desde la catástrofe. En esas manifestaciones, los asistentes hicieron sonar en sus teléfonos móviles la alarma de emergencia ES-Alert, que Protección Civil envió tarde durante la DANA, como símbolo del retraso en la reacción gubernamental.
Un desastre que dejó huella
La DANA que afectó a la Comunidad Valenciana dejó un saldo devastador: 222 víctimas mortales, cuatro desaparecidos y miles de personas que perdieron sus hogares y pertenencias. Las pérdidas materiales son millonarias, y casi 20.000 estudiantes aún no han podido regresar a sus centros educativos. A pesar del tiempo transcurrido, los vecinos de los municipios afectados denuncian la falta de soluciones y el abandono por parte de las autoridades.
Las campanas de la iglesia de Paiporta, uno de los municipios más afectados, sonaron el pasado viernes a las 18:28, hora exacta en que se desbordó el barranco del Poyo, en homenaje a las víctimas. En muchos lugares, los parkings siguen llenos de lodo, y las calles continúan inundadas de restos de la tragedia.
Críticas al Gobierno de Mazón
Anna Oliver, coportavoz de las entidades convocantes, calificó de «vergonzosa» la comparecencia de Carlos Mazón en Les Corts tras la primera manifestación del 9 de noviembre. Según Oliver, Mazón no ofreció disculpas ni explicaciones razonables sobre lo sucedido, limitándose a «vender humo».
La indignación entre los afectados no ha hecho más que crecer. “El Gobierno de Mazón está incapacitado moral y éticamente para liderar la reconstrucción. Es el gobierno de la destrucción”, afirmó Oliver durante la manifestación del sábado.
Respuesta institucional
Por su parte, Carlos Mazón afirmó este viernes que las protestas son legítimas y expresó que es necesario ser «extraordinariamente comprensivos». Sin embargo, sus palabras no han logrado apaciguar la rabia de los valencianos, quienes exigen medidas inmediatas y concretas para afrontar la crisis.
Mientras tanto, el malestar continúa creciendo en una comunidad que, más de un mes después del desastre, sigue esperando respuestas.