José Luis Ábalos ingresó este jueves en la prisión de Soto del Real después de que el Tribunal Supremo ordenara su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, por varios delitos de corrupción. La decisión, inédita en la democracia española, convierte al exministro y todavía diputado en el primer miembro en activo del Congreso que entra en la cárcel. El juez considera que existe riesgo de fuga tras el escrito de la Fiscalía, que solicita para él 24 años de prisión.
El suceso marca un contraste radical con la figura que Ábalos proyectó hace siete años, el 31 de mayo de 2018, cuando se convirtió en la voz más dura del PSOE durante la moción de censura que acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy. Aquel día, en un discurso de más de 42 minutos, el entonces secretario de Organización socialista pronunció hasta 14 veces las palabras “corrupción” o “corruptos”, denunciando con vehemencia los escándalos de financiación ilegal vinculados a las tramas Gürtel y Púnica.
Un discurso que hoy le persigue
Durante su intervención, Ábalos acusó al Partido Popular de haber creado «un eficaz sistema de corrupción institucional», un «círculo perfecto de corruptelas» encubierto, según él, con «tretas y artimañas». Reiteró que España «no podía tolerar la corrupción» ni permitir que la indecencia se normalizara «en nuestras vidas ni en las instituciones».
Defendió entonces la limpieza histórica del PSOE —que celebraba su 139 aniversario— y alertó de la «crisis institucional» y la «crisis de confianza» que, según afirmó, había provocado el Gobierno de Rajoy. Sus palabras contribuyeron a consolidarlo momentáneamente como referente de la lucha contra la corrupción en su partido, justo antes de que la moción prosperara y Pedro Sánchez se convirtiera en presidente.
La réplica premonitoria de Rajoy
Mariano Rajoy, aún en el cargo aquel día, respondió con la sorna que lo caracterizaba. «La corrupción está en todas partes… Para venir a dar lecciones hay que estar en condiciones de darlas», advirtió el líder popular en una reflexión que, siete años después, muchos califican de premonitoria.
Soto del Real, su nuevo destino
Ábalos ha sido trasladado al centro penitenciario de Soto del Real, conocido por haber albergado a figuras relevantes vinculadas a casos de gran repercusión mediática. En sus instalaciones —frecuentemente descritas como de alto estándar— han estado internos Mario Conde, Rodrigo Rato, los líderes independentistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y más recientemente el propio asesor Koldo García.
La caída del exministro, cercado por supuestas mordidas y operaciones bajo investigación, marca un punto de inflexión en su trayectoria política. Quien se erigió en 2018 como firme defensor de la decencia pública afronta ahora una de las causas de corrupción más graves de los últimos años. Y, según fuentes judiciales, esta es solo la primera etapa de un proceso que podría alargarse durante meses.
La paradoja entre sus palabras de entonces y su situación actual se ha convertido ya en un elemento central del debate político y mediático, reabriendo heridas y tensiones en un PSOE que trata de marcar distancia frente a uno de sus antiguos dirigentes de mayor peso.












