Decenas de ceutíes, junto a residentes del CETI, protestaron para exigir el fin del genocidio en Gaza y mostrar su apoyo a la Flotilla que intenta romper el bloqueo israelí.
El eco metálico de las cacerolas volvió a llenar la Plaza de los Reyes en una concentración marcada por la indignación y la solidaridad. Decenas de personas, entre ellas varios residentes del CETI, participaron este jueves en una cacerolada en apoyo a Palestina y a la Flotilla que busca llevar ayuda humanitaria a Gaza.
La protesta arrancó con la lectura de un manifiesto a cargo de Wasima Bourhanbour, secretaria de Derechos Humanos y Antirracismo, y Anas Mohamed, secretario de Sanidad. En él se recordó la reciente suspensión de una etapa de la Vuelta Ciclista en Madrid como ejemplo del impacto del boicot. Ambos denunciaron la ofensiva israelí iniciada en octubre de 2023, calificada ya como genocidio por Naciones Unidas, que ha dejado centenares de miles de víctimas, muchas de ellas niños menores de cinco años.
“Las cacerolas vacías son hoy el símbolo de la repulsa hacia la utilización del hambre como arma de guerra”, afirmaron durante la lectura, que también incluyó críticas a quienes desde la política “siguen negando la masacre o justificándola bajo el pretexto de la democracia en Oriente Medio”. Asimismo, reclamaron al Gobierno de España que pase de las palabras a los hechos y brinde protección real a la Flotilla.












Mustafa: “Orgullo y tristeza”
El líder de Ceuta Ya!, Mohamed Mustafa, convocante de la movilización, reconoció sentir “orgullo porque Ceuta no ha parado de salir a las calles y hemos demostrado mil y una veces que somos un pueblo solidario. Y tristeza porque seguimos sin pasar de los discursos a la acción”.
Mustafa defendió el boicot como “el arma más poderosa que tienen los pueblos”, recordando que fue decisivo en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. También pidió mantener la presión contra empresas y productos vinculados al régimen israelí.
El dirigente local instó al Ejecutivo de Pedro Sánchez a concretar medidas reales: “De nada sirven las declaraciones, hay que pasar a la acción. El embargo de armas sigue sin ser una realidad. Las sanciones en el marco de la Unión Europea siguen sin aplicarse”.
Final con un grito unánime
La concentración concluyó con un clamor compartido entre los asistentes:
“¡Viva Palestina libre!”