El gobierno de Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra importantes compañías petroleras rusas, argumentando que estas empresas no han mostrado un compromiso serio para contribuir al fin de la guerra en Ucrania.
Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, señaló que «Putin no ha sido honesto ni franco» respecto a los esfuerzos para poner fin al conflicto, lo que motivó la medida punitiva.
Las sanciones buscan presionar a Moscú y a sus principales actores económicos, limitando su acceso a mercados y financiamiento internacional, en un intento por reducir la capacidad del país para sostener la guerra.
Analistas internacionales consideran que estas acciones podrían intensificar la tensión entre Estados Unidos y Rusia, al tiempo que buscan fortalecer la posición de negociación de Occidente frente al Kremlin.