La joven activista sueca fue vista el martes en un vagón que cubría la ruta entre Santiago de Compostela y Vigo, lo que ha generado multitud de preguntas sobre los motivos de su estancia en Galicia, ya que no se ha anunciado oficialmente ningún acto público.
Greta Thunberg, una de las voces más conocidas del movimiento ecologista internacional, fue reconocida el martes a bordo de un tren que realizaba el trayecto entre Santiago de Compostela y Vigo. Su presencia sorprendió tanto a pasajeros como a usuarios de redes sociales, que no tardaron en compartir imágenes y comentarios sobre este desplazamiento inesperado.
La joven activista, fiel a su compromiso de reducir su huella de carbono, continúa evitando el avión siempre que es posible y recurre de forma habitual al transporte ferroviario, lo que encaja con este viaje dentro del territorio gallego.
Aunque por el momento no existe ninguna comunicación oficial sobre el motivo de su estancia, su presencia ha generado un sinfín de teorías. Una de las más comentadas apunta a que Thunberg podría estar interesada en asistir —de manera no anunciada— al Vigo Global Summit 2025, un foro centrado en la sostenibilidad y la innovación que se celebra estos días. Otra posibilidad es que hubiera viajado a Galicia para participar o reunirse con algún equipo del Blue Atlantic Forum, un encuentro dedicado a la economía azul que también tiene lugar en la región.
Además, algunas voces han especulado con que su visita esté relacionada con una protesta simbólica contra el encendido de las luces de Navidad de Vigo, uno de los eventos más mediáticos impulsados por el alcalde Abel Caballero. La activista ha criticado en numerosas ocasiones el impacto del consumo energético excesivo, lo que alimenta la teoría de que pudiera estar en la ciudad para llamar la atención sobre este tema.
Pese a todas las conjeturas, la realidad es que no existe confirmación oficial sobre ninguna de estas hipótesis. De momento, la presencia de Greta Thunberg en Galicia sigue rodeada de misterio y discreción, y no se ha hecho pública ninguna intervención, rueda de prensa o acto programado en Vigo o en el resto de la comunidad.
Lo que sí es evidente es que la mera visión de la activista en un tren gallego ha sido suficiente para generar un notable revuelo mediático y social, poniendo una vez más el foco en la figura de una de las líderes ambientales más influyentes del mundo.








