El talento del marroquí y del brasileño decidió el duelo ante el Lyon y deja a los verdiblancos a las puertas del top-8 de la Europa League.
El Real Betis volvió a mostrar su versión más brillante en Europa. Dos destellos de pura calidad de Abde y Antony derribaron al Olympique de Lyon en apenas cinco minutos y catapultaron al conjunto verdiblanco hacia la zona noble del grupo. El equipo de Manuel Pellegrini confirmó así su candidatura a los puestos de privilegio en esta Europa League con una victoria (2-0) marcada por el talento y la eficacia.
El encuentro comenzó con un Lyon dominador, decidido a arrebatarle el balón al Betis. Los jóvenes Molebe y Merah, de apenas 18 años, ofrecieron destellos técnicos pero sin la contundencia necesaria para romper el bloque andaluz. El conjunto de Pellegrini, incómodo en el arranque, fue encontrando su sitio gracias al trabajo de Fornals y Marc Roca en la medular. La primera gran ocasión llegó tras una recuperación alta: Abde se internó por la izquierda y obligó al meta Greif a una gran intervención. En el córner posterior, Bakambu prolongó un envío de Lo Celso y el marroquí, atento, empujó el balón a la red.
El tanto desató a los verdiblancos. Con el marcador a favor, el Betis recuperó confianza y su presión alta empezó a hacer daño. Antony, muy activo en el frente derecho, perdonó primero ante Greif, pero se redimió poco después con una obra de arte: una diagonal perfecta tras pase largo de Marc Roca, culminada con un toque sutil para superar al guardameta eslovaco. En apenas cinco minutos, el Betis había firmado el 2-0 y sentenciado el duelo.
Tras el descanso, el Lyon trató de reaccionar con la entrada de Tagliafico y Moreira, buscando mayor profundidad por la izquierda. Merah rozó el gol con un disparo con rosca que lamió el poste, pero la solidez bética se impuso. Pellegrini dosificó esfuerzos, introdujo a Chimy Ávila y Deossa, y el Betis manejó los tiempos con madurez hasta el pitido final.
Ni los intentos finales del Lyon ni los arreones aislados de Tagliafico cambiaron la historia: el Betis, sin brillar en exceso, demostró eficacia, solidez y talento individual.
Con este triunfo, el equipo verdiblanco se queda a las puertas del top-8 europeo y confirma que Abde y Antony, con su desborde y fantasía, son hoy por hoy el alma de un Betis que sueña con todo.


