Francia ha intensificado su lucha contra el comercio ilegal en línea al identificar cinco nuevas plataformas que venden muñecas sexuales con aspecto infantil y armas ilegales. Estas medidas se enmarcan dentro de un esfuerzo más amplio por proteger a los menores de contenidos inapropiados y peligrosos.
Las plataformas señaladas incluyen a AliExpress, Joom, eBay, Temu y Wish. El ministro de Comercio, Serge Papin, hizo el anuncio en una reciente entrevista con el medio Le Parisien, subrayando la importancia de abordar este problema que ha suscitado gran preocupación pública.
En particular, Papin comentó que la Dirección General de Competencia, Consumo y Lucha contra el Fraude había descubierto que AliExpress y Joom estaban ofreciendo muñecas sexuales con un diseño que recuerda a la infancia. Esto se suma a una problemática que ya había llevado a la Fiscalía de París a abrir una investigación sobre la conocida plataforma Shein.
La investigación sobre Shein se inició tras denuncias sobre la «difusión de imágenes o representaciones de menores de naturaleza pornográfica». En respuesta a la polémica, Shein anunció la prohibición de la venta de muñecas sexuales con aspecto infantil, retirando este tipo de productos de su catálogo.
Según el ministro, además de las muñecas, también se encontraron armas, como machetes y puños americanos, que están prohibidos en Francia. La venta de estos artículos no solo plantea un riesgo para los menores, sino que también va en contra de la ley francesa.
Papin aseguró que Wish y Temu no estaban cumpliendo con sus obligaciones de filtrar contenido que pudiera incluir imágenes de carácter pornográfico. Esta falta de supervisión ha generado una respuesta contundente por parte del Gobierno francés, que ha decidido actuar de forma más directa.
«Hemos notificado al fiscal de la República todas las plataformas que ofrecían contenidos ilícitos», comentó Papin, dejando claro que el país tomará las medidas necesarias para proteger a la infancia y erradicar estos peligros del comercio en línea.
La situación ha dado lugar a un debate en la sociedad francesa acerca de la regulación del comercio electrónico y la responsabilidad de las plataformas en la supervisión de los productos que ofrecen. Muchos ciudadanos exigen acciones más contundentes ante este tipo de situaciones.







