El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha hecho un llamamiento este viernes al pueblo estadounidense, instándolos a detener «la mano enloquecida de quien ordena bombardear». Este mensaje surge en el contexto de un aumento en el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe, que Maduro considera una amenaza.
«Es al pueblo de los Estados Unidos a quien me dirijo en este momento: paren la mano enloquecida de quien ordena bombardear, matar y llevar una guerra a Sudamérica, al Caribe. Detengan la guerra, no a la guerra», enfatizó Maduro durante un encuentro con juristas en Caracas, donde se discutieron los recientes movimientos militares en la región.
Maduro planteó la pregunta: «¿Queremos otra Gaza ahora en Suramérica? ¿Qué dice el pueblo de Estados Unidos? (…) Déjenme decirles que no. Aquí triunfará la paz», reforzando su mensaje sobre la importancia de evitar un conflicto armado en el continente.
Esta declaración se realiza en medio del anuncio por parte de Estados Unidos de una operación militar denominada ‘Lanza del Sur’, que se lleva a cabo en plena ofensiva del presidente Trump en el Caribe para combatir el narcotráfico. Esta misión militar ha sido presentada como una acción necesaria para enfrentar el tráfico de drogas procedente de Latinoamérica y se enmarca en la creciente presión que el Gobierno de Trump está ejerciendo sobre Venezuela.
Previo a esta declaración, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, había informado del lanzamiento de la operación Southern Spear, que se relaciona con sus esfuerzos para combatir el narcotráfico en la región. Maduro, sin mencionar directamente esta operación, ha asegurado que Venezuela se encuentra en una defensa por la paz y la soberanía, y ha manifestado su deseo de que se establezcan planes de acción internacional en defensa de los derechos del país.
En el ámbito estadounidense, el presidente Donald Trump ha sostenido reuniones en la Casa Blanca con altos funcionarios del Pentágono, donde se han discutido diversas opciones para posibles acciones militares en Venezuela. Estas conversaciones han aumentado la tensión y la incertidumbre sobre los futuros movimientos del gobierno estadounidense en el área.
Fuentes dentro del círculo cercano de Trump han reportado que algunas fuerzas estadounidenses desplegadas en la región están preparándose para recibir órdenes de ataque. Asimismo, se han identificado signos de preocupación en Maduro, quien ha sido descrito como «asustado» ante la gama de opciones que el presidente Trump podría considerar.
Desde agosto, Estados Unidos ha intensificado su presencia militar en el Caribe, justificando su acción en una misión antidrogas. De acuerdo con fuentes oficiales, alrededor de 10,000 soldados han sido desplegados y uno de los buques insignia de la Marina estadounidense, el portaaviones USS Gerald R. Ford, ha sidoquinado cerca de las costas de Venezuela. En octubre, Trump no descartó posibilidades de atacar objetivos en Venezuela y Colombia, algo que sigue generando tensiones en la región.
En respuesta a esta situación, Maduro ha hecho un llamado a la población a prepararse para una potencial «lucha armada» y ha anunciado el despliegue de 200,000 militares en el país, reflejando la creciente militarización en el contexto de la crisis entre ambos países.







