La cantante sevillana Pastora Soler ha decidido poner fin a los rumores que durante años la vinculaban sentimentalmente con el torero Morante de la Puebla. En una reciente entrevista, Soler ha aclarado con rotundidad que nunca existió una relación entre ellos y que, en ese momento, ya tenía pareja. La artista explicó que la especulación sobre su vínculo con el torero surgió a raíz de un encuentro casual en Matalascañas, que su entonces representante aprovechó para crear una historia sensacionalista, alimentando un bulo que, con el paso del tiempo, se convirtió en un tema recurrente en su vida pública.
La cantante sevillana Pastora Soler ha decidido poner fin a los rumores que durante años la vinculaban sentimentalmente con el torero Morante de la Puebla. En una reciente entrevista, Soler ha profundizado en su trayectoria personal y ha aclarado que aquella supuesta relación nunca existió. Según la artista, “jamás hubo nada” entre ellos y, de hecho, en ese momento ella tenía pareja.
Soler ha explicado que la especulación sobre su vínculo con Morante nació a raíz de una salida informal en Matalascañas: una noche en la que coincidieron amigos de ambos, un detalle que su entonces representante convirtió en una historia sensacionalista para la prensa. Ella relata que esa noche fue “la excusa perfecta” para el inicio del rumor, que a lo largo de los años se convirtió en tema recurrente en su vida pública.
La artista contextualiza ese episodio dentro de una etapa profesional marcada por un entorno de control, donde su imagen personal y sentimental quedaba sometida a decisiones externas. Asegura que su antiguo representante consideraba que su novio “no era válido” y aprovechó la situación para alimentar el bulo de una relación inexistente con Morante. Con su nuevo libro, Pastora Soler busca cerrar esa etapa y recuperar la narrativa de su vida desde la propia voz, lejos de especulaciones ajenas.
Con esta declaración, Soler reivindica el derecho a su intimidad y el control sobre su propia historia, y subraya que ha llegado el momento de “poner límites” y decir que no a versiones de su vida que nunca fueron reales.








