La Comisión Europea aumenta la presión sobre Bélgica para que permita utilizar los activos rusos congelados y otorgar un préstamo millonario a Ucrania, en un momento crítico para el financiamiento de Kiev. Se trata de hasta 185.000 millones de euros acumulados en Euroclear, la compañía de compensación y liquidación de valores financieros con sede en la capital belga, que se perfilan como la opción más eficaz y sin coste para los presupuestos nacionales.
A pesar del apoyo mayoritario de las capitales europeas a esta iniciativa, el primer ministro belga, Bart De Wever, mantiene su resistencia por temor a posibles represalias de Rusia. En las últimas semanas, la presencia de drones sobre aeropuertos, bases militares e instalaciones nucleares en Bélgica ha sido interpretada como una advertencia directa del Kremlin.
Desde la Comisión Europea, así como desde otros Estados miembros, se trabaja para brindar garantías de respuesta conjunta ante cualquier acción rusa, con la intención de aprobar la medida en el Consejo Europeo de diciembre. El objetivo es asegurar que Ucrania, considerada la primera línea defensiva de la UE, pueda continuar recibiendo fondos para su defensa.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, subrayó ayer la urgencia de la medida: “Si no se toma una decisión pronto, tendremos que encontrar alternativas; es cuestión de supervivencia”. Por su parte, Stephanie Lose, ministra de Economía de Dinamarca y presidenta rotatoria de la UE, advirtió que “la falta de acción tendría consecuencias muy graves para Europa” y que “todos los países de la Unión Europea podrían verse afectados por ataques de Rusia”.
En la reunión de ministros de Finanzas de la UE celebrada este jueves, la mayoría de los Estados miembros expresó su apoyo a que la Comisión continúe avanzando con el préstamo a Ucrania, según informó el comisario Valdis Dombrovskis. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, planteó alternativas complementarias, como la emisión de deuda comunitaria o que los países financien directamente a Kiev mediante acuerdos intergubernamentales. Sin embargo, estas opciones parecen orientadas a presionar a Bélgica para priorizar los activos rusos.
Si finalmente se logra el consenso, la UE podría articular un crédito de unos 145.000 millones de euros a Ucrania, que se entregaría por tramos y que, en caso de que Rusia se comprometa a cubrir los costes de reconstrucción, tendría que ser reintegrado íntegramente.








