La guerra en Ucrania alcanza un nuevo hito en su compleja historia, cumpliendo 1.358 días desde el inicio de la invasión de Rusia.
Este conflicto ha sido marcado por constantes tensiones y violaciones a la soberanía de varios países vecinos, siendo Rumanía uno de los más recientes en ver afectado su espacio aéreo.
El Ministerio de Exteriores de Rumanía tomó la decisión de convocar al embajador de Rusia después de que un dron ruso ingresara en su espacio aéreo. Este incidente se produjo el pasado martes y, como resultado, las autoridades rumanas han mostrado firmeza en su política exterior.
Durante el encuentro, se presentaron los restos del dron como «prueba sólida» de la violación. Varios representantes del Ministerio expusieron estos fragmentos al embajador, subrayando la gravedad de lo sucedido y calificando el acto de «inaceptable e irresponsable».
El comunicado oficial resaltó que la violación de la soberanía nacional de Rumanía no puede ser minimizada. Estas pruebas, que fueron consideradas «palpables, amplias y sólidas», demuestran el compromiso del país en defender su integridad territorial.
El incidente ocurre en un contexto donde la situación en Ucrania sigue deteriorándose, en particular con el aumento de ataques rusos contra puertos ucranianos situados a proximidad de la frontera rumana. El gobierno rumano reiteró su preocupación por la escalada de agresiones en la región.
Las operaciones militares de Rusia, que incluyen ataques masivos contra la infraestructura civil en la zona, han generado un clima de inestabilidad que afecta a toda Europa del Este. Estos actos beligerantes han llevado a varios países, no solo a Rumanía, a reevaluar sus estrategias defensivas y políticas exteriores.
La respuesta internacional a la agresión rusa incluye sanciones y una creciente presión diplomática, con España también condenando los recientes ataques sobre Kiev, describiéndolos como «inaceptables violaciones del Derecho internacional humanitario».







