Centenares de personas se concentraron este jueves frente al Ayuntamiento de Paiporta, junto al barranco del Poyo, para exigir la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por la gestión de la dana del 29 de octubre de 2024.
Durante la protesta, los asistentes corearon consignas como «dimisión», «a prisión» y «asesino», en una concentración que, según los convocantes de La Veu de Paiporta, superó los 300 participantes, mientras que la Delegación del Gobierno cifró en menos de 200 los asistentes.
El colectivo organizador y los manifestantes dirigieron sus críticas también a otros miembros del Ejecutivo, como los ministros Fernando Grande Marlaska (Interior) y Margarita Robles (Defensa), así como a la exministra Teresa Ribera, al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, y a la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé.
La protesta se produce tras la dimisión del presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, cuyo cese había sido reclamado en manifestaciones mensuales multitudinarias. Aunque la movilización contra Sánchez fue menos numerosa, supone un hecho relevante por el lugar donde se desarrolló: Paiporta fue el municipio más afectado por la dana, con 46 víctimas mortales, y se encuentra en el cuello de botella del barranco del Poyo, punto por el que confluyó toda el agua de la cuenca.
Los manifestantes denunciaron la falta de infraestructuras hidráulicas para proteger a la población frente a avenidas de agua, un proyecto que data de 2010 y que, pese a contar con la declaración de impacto ambiental favorable, nunca llegó a ejecutarse por sucesivos Gobiernos, desde José Luis Rodríguez Zapatero hasta Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.
Además de la paralización de las obras, los asistentes criticaron la lentitud en la respuesta del Estado durante los días posteriores a la catástrofe y el silencio de la Confederación Hidrográfica del Júcar en las horas críticas, según reconoció en sede judicial su presidente Miguel Polo.
Actualmente, el Gobierno ha vuelto a licitar la redacción de un proyecto actualizado para encauzar y laminar el agua de la cuenca del Poyo, que hasta ahora no se había ejecutado por falta de presupuesto y problemas administrativos.










