El ex ministro de Transportes José Luis Ábalos afronta esta semana una comparecencia decisiva ante el Tribunal Supremo, donde la Fiscalía Anticorrupción pedirá endurecer sus medidas cautelares y valorar su ingreso inmediato en prisión. La petición llega en un momento en el que el ex dirigente socialista asegura disponer de apenas 6.000 euros en sus cuentas bancarias, lo que le impediría afrontar una fianza que evitara la cárcel.
Según su entorno, Ábalos considera que la solicitud de Anticorrupción es una «maniobra de intimidación» destinada a «hacer aflorar un dinero que no tiene». El ex ministro sostiene que su patrimonio real se limita a su vivienda habitual en Valencia y a un local cuyo valor ha caído tras sufrir daños, y cifra el total «muy por debajo de los 300.000 euros».
Ábalos comparecerá el jueves acompañado de su ex asesor Koldo García, para quien el Ministerio Público ha solicitado 19 años de prisión. En su caso, la petición asciende a 24 años por su presunta participación en la trama de compra de mascarillas del caso Koldo. Ambos tienen retirado el pasaporte y deben comparecer quincenalmente ante el juez.
El ex ministro recalca que una fianza inasumible le convertiría en «el primer diputado en entrar en prisión», lo que —asegura— supondría un «escándalo internacional». Rehúsa por el momento cualquier acuerdo con la Fiscalía y sostiene que no obtuvo beneficio personal alguno de los contratos investigados. Destaca además que empresarios como Víctor de Aldama, que han aportado información a la causa, se enfrentan a penas sensiblemente menores.
El juez Leopoldo Puente ya advirtió en octubre de un «riesgo creciente de fuga» a medida que se acerca el primer juicio del caso. Anticorrupción atribuye a Ábalos cinco delitos: organización criminal, cohecho, uso de información privilegiada, tráfico de influencias y malversación. A las penas de prisión se suman una multa de 3,9 millones de euros y una indemnización superior a 40.000 euros por la contratación irregular de la ex pareja del ex ministro.
El caso vuelve a situar el foco sobre el PSOE en una semana marcada por las revelaciones en torno a Santos Cerdán. En el entorno de Ábalos sostienen que desconocía por completo las operaciones previas entre Cerdán y Koldo García, cuya relación se deterioró antes de la detención de este último y que, según Koldo, incluía información «muy comprometedora».
Ábalos insiste en privado en que la Fiscalía está aplicando un criterio más severo con él que con otros investigados: «A Bárcenas le descubrieron 47 millones en Suiza y me tratan peor que a él; es una barbaridad».
La resolución del Supremo en los próximos días será crucial para determinar si el ex ministro socialista entra en prisión de forma inminente.








