La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a una auxiliar de enfermería de una residencia tras administrarle a un paciente la medicación equivocada, provocando su fallecimiento.
Según la sentencia, la trabajadora suministró los fármacos destinados a otra residente, causando la muerte de Julián. La condena establece que la auxiliar es responsable de un delito de homicidio por imprudencia profesional grave.
El fallo subraya la importancia de los protocolos de seguridad en la administración de medicación en centros de salud, recordando que cualquier descuido puede tener consecuencias mortales. La condena busca también enviar un mensaje de prevención y responsabilidad a los profesionales sanitarios.





