Un análisis sobre más de 130.000 adultos con insomnio encuentra que quienes usaron melatonina durante al menos un año presentaron mayor probabilidad de desarrollar problemas del corazón, lo que cuestiona su aparente inocuidad.
Una investigación recientemente presentada sugiere que los suplementos de melatonina, comúnmente usados para tratar el insomnio, podrían no ser tan inofensivos como se suele pensar.
El estudio, basado en datos de más de 130.000 adultos con insomnio, comparó a 65.414 personas que habían usado melatonina durante al menos un año con un grupo que no la había utilizado. Los resultados fueron reveladores: los usuarios prolongados de melatonina presentaron un riesgo casi el doble de ser diagnosticados con insuficiencia cardíaca en un periodo de cinco años (4,6 % frente a 2,7 %), además de una mayor probabilidad de hospitalización por esta causa (3,5 veces más) y de muerte por cualquier causa en ese mismo periodo.
Los autores del estudio advirtieron que si estos hallazgos se confirman, esto podría afectar la forma en que los médicos aconsejan a los pacientes sobre las ayudas para dormir.
Sin embargo, los expertos recuerdan que este trabajo es de carácter observacional, por lo que no demuestra causalidad y presenta «limitaciones importantes». Entre esas limitaciones se encuentra, por ejemplo, que la melatonina se encuentra disponible sin receta en varios países, lo que puede complicar la exactitud del grupo de control.
Desde un punto de vista regulatorio, el hallazgo abre el debate sobre la necesidad de revisar la seguridad a largo plazo de la melatonina como suplemento y posiblemente plantear advertencias y mayor control sobre su comercialización.
En conclusión, aunque la melatonina sigue siendo una opción popular para combatir el insomnio, este estudio invita a la prudencia y aconseja consultar siempre con un profesional sanitario antes de usarla de forma prolongada, sobre todo si existen factores de riesgo cardiovascular.




