El chavismo ha lanzado un ambicioso plan de defensa en Venezuela, creando miles de grupos de calle que tienen como objetivo proteger «cada centímetro» del territorio nacional. Este esfuerzo se produce en un contexto inusitado, marcado por la creciente presencia militar de Estados Unidos en el mar Caribe, algo que el gobierno de Caracas considera una «amenaza» real.
De acuerdo con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en el país se han establecido cerca de 260.000 grupos conocidos como Comités Bolivarianos de Base Integral (CBBI). Estos comités funcionan como equipos de trabajo que se distribuyen en «cada calle del país», con la misión expresa de organizar la defensa local y responder a cualquier agresión.
La creación de estas estructuras de defensa fue anunciada un día después de que el presidente Nicolás Maduro enviara un mensaje directo al pueblo estadounidense. En su declaración, instó a detener la «mano enloquecida» de quienes, según él, lideran acciones bélicas contra Sudamérica y el Caribe. «Detengan la guerra. No a la guerra», clamó Maduro, haciendo un llamado a la paz y la unidad.
El motivo detrás del fuerte despliegue militar de Washington en la región, según la Administración Trump, es combatir el narcotráfico que, afirman, tiene su origen en Venezuela y se dirige a Estados Unidos por vía marítima. Este enfoque, además, posiciona a ciertos carteles como organizaciones terroristas, a las que el gobierno norteamericano vincula directamente con el régimen de Maduro, creando una narrativa de confrontación que se intensifica.
Durante la jornada del anuncio, se llevaron a cabo movilizaciones en diversas ciudades de Venezuela, entre ellas la capital, Caracas. Dirigentes del PSUV y autoridades locales, incluyendo al ministro de Educación Héctor Rodríguez, estuvieron al frente de estas manifestaciones. En su discurso, Rodríguez afirmó: «El mundo anda como loco, el mundo anda en guerra, y quieren aplicar todas esas guerras sobre Venezuela, pero no lo lograrán».
Diosdado Cabello, ministro del Interior y secretario general del PSUV, también hizo eco de la necesidad de movilizar a las bases del partido y tomar decisiones colectivas en medio de lo que él considera una declaración de guerra por parte del imperialismo estadounidense. Afirmó que «cuando la patria está asediada, estamos todos asediados», enfatizando la unidad necesaria para enfrentar cualquier adversidad.
Venezuela lleva más de tres meses en un estado de movilización militar general en respuesta a lo que califica como una permanente amenaza por parte de EE.UU. ante el despliegue naval y aéreo que se ha intensificado desde agosto en la región caribeña. El PSUV sostiene que el gobierno estadounidense busca «desencadenar acciones violentas» y crear un conflicto en la zona con la operación militar ‘Lanza del Sur’, que fue anunciada recientemente.
El presidente Donald Trump, por su parte, ha manifestado que ya ha tomado decisiones respecto a las acciones militares desplegadas cerca de Venezuela, aunque no detalló en qué consisten. En una breve declaración a la prensa, aseguró que «hemos avanzado mucho con Venezuela en términos de frenar la entrada masiva de drogas», insinuando que las operaciones tienen un objetivo claro en la lucha contra el narcotráfico.








