Chris Hemsworth y Elsa Pataky son, para muchos, la imagen del matrimonio perfecto. Sin embargo, el actor australiano ha decidido romper con la imagen idealizada de su relación para hablar con honestidad sobre los desafíos que han enfrentado. A las puertas de celebrar su 15º aniversario de boda, el intérprete ha revelado cómo la llegada de sus tres hijos y las exigencias profesionales pusieron en jaque su vida en pareja.
La amistad como motor frente a la pérdida de interés
Hemsworth ha reflexionado recientemente sobre la importancia de la curiosidad mutua para evitar el desgaste. El actor sostiene que la atracción física es secundaria frente a la complicidad y la capacidad de divertirse juntos. Según su visión, el verdadero peligro llega cuando se pierde el interés por lo que el otro tiene que decir.
Para el australiano, el secreto de su unión con la actriz española reside en una base sólida de amistad que permite mantener el humor a pesar del paso de los años. Considera que el compañerismo y la capacidad de no tomarse todo demasiado en serio son los pilares que permiten que una relación sea duradera.
El desafío de la paternidad y el olvido del vínculo de pareja
El matrimonio, que se casó en diciembre de 2010, ha formado una familia numerosa con tres hijos. Hemsworth ha reconocido que esta etapa ha sido la más exigente a nivel emocional y logístico, admitiendo que en varios momentos la relación de pareja pasó a un segundo plano para centrarse exclusivamente en la crianza.
El actor ha confesado que los momentos más complicados han sido aquellos en los que el trabajo y las necesidades de los niños lo ocupan todo, provocando que el espacio dedicado exclusivamente a la pareja desaparezca. Es una situación en la que la gestión de la casa y la agenda familiar terminan por relegar el plano sentimental.
Priorizar el espacio compartido para salvar la relación
Conscientes de este peligro, la pareja ha establecido la estrategia de buscar activamente tiempo a solas, alejándose del caos cotidiano para reconectar. El actor ha querido ser transparente al reconocer que su situación les facilita contar con apoyos para dedicar tiempo a su relación, algo que considera vital para su estabilidad y que no permite excusas para no trabajar en el vínculo.
Tras casi quince años de historia común, la filosofía de la pareja se basa en aceptar que nunca se termina de conocer del todo al otro. Según el actor, mantener ese interés por seguir descubriéndose fomenta la compasión y ayuda a entender mejor las imperfecciones mutuas, factores que han sido determinantes para mantener su historia de amor a flote.














