El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) introduce un giro en el panorama político nacional al mostrar un crecimiento notable del PSOE y un retroceso significativo del Partido Popular. Según el sondeo, los socialistas experimentan una subida de 5,7 puntos en intención de voto, consolidando así su posición como primera fuerza política. Por su parte, el PP registra su peor dato de toda la legislatura, una caída que lo aleja de la posibilidad de disputarle el liderazgo a Pedro Sánchez.
En el mes de julio, la distancia entre ambas formaciones se había estrechado hasta un margen de apenas cinco décimas, lo que dibujaba un escenario de fuerte competencia entre socialistas y populares. Sin embargo, la encuesta de septiembre refleja un cambio de tendencia: el PSOE amplía ahora su ventaja a nueve puntos, recuperando parte del terreno perdido y reforzando su proyección de cara al futuro inmediato.
Este repunte sitúa a los socialistas en un momento clave, ya que refuerza la idea de estabilidad dentro del Gobierno y puede interpretarse como un respaldo ciudadano a la gestión realizada en los últimos meses. El barómetro también sugiere un desgaste en la estrategia del PP, que no logra capitalizar el descontento en algunos sectores sociales y ve cómo su impulso se frena en seco en plena legislatura.
La fotografía que ofrece el CIS no solo refleja el pulso entre los dos principales partidos, sino que también tendrá repercusiones en el equilibrio general del bloque progresista y del bloque conservador. La ampliación de la ventaja del PSOE podría facilitarle mayor margen en la negociación con sus socios parlamentarios y otorgarle una posición de fuerza en futuros debates legislativos.
Por el contrario, el retroceso del PP abre interrogantes sobre su capacidad para mantener la iniciativa política en la oposición. Con la legislatura aún en curso, la pérdida de apoyo en las encuestas puede traducirse en un desafío interno para el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, que se enfrenta a la presión de ofrecer resultados claros en un contexto cada vez más competitivo.
El barómetro, como es habitual, ha de leerse con cautela y en clave de tendencia, pero sus resultados ofrecen una señal clara: el PSOE recupera terreno y se distancia de su principal rival, mientras el PP encaja un golpe significativo en su trayectoria parlamentaria.