La dirección madrileña fuerza a Génova a incluir referencias a un supuesto síndrome posaborto, sin aval científico, en la información a las mujeres. El líder popular había evitado abordar esta cuestión en el último congreso para mantener la unidad interna.
El Partido Popular de Madrid ha vuelto a poner sobre la mesa uno de los debates más sensibles dentro de la formación: la regulación del aborto. La presión ejercida por la dirección madrileña ha obligado a Alberto Núñez Feijóo a revisar la estrategia que mantenía desde su congreso nacional, en el que prefirió no entrar en esta materia para evitar divisiones internas.
Como resultado, Génova ha aceptado que se informe a las mujeres sobre un supuesto “síndrome posaborto”, pese a que la comunidad científica insiste en que no existen evidencias médicas que respalden su existencia. Este cambio de rumbo abre un frente delicado para el PP, que ve cómo sus posiciones en materia social vuelven a tensarse en un momento en el que buscaba proyectar una imagen de cohesión y moderación.
La decisión podría tener implicaciones tanto en el debate interno del partido como en el panorama político nacional, donde el aborto sigue siendo un asunto que moviliza a diferentes sectores sociales y donde la falta de consenso amenaza con generar nuevas fricciones en el discurso del principal partido de la oposición.