La medianoche de este jueves dejó una estampa imborrable en la estación marítima de Ceuta. Entre lágrimas, abrazos interminables y sonrisas de puro alivio, la segunda y última rotación del contingente Alfa India XXII de la Comandancia General regresó a casa tras culminar su misión en Irak.
Familias, parejas, hijos y amigos se reunieron en un ambiente cargado de emoción, después de seis meses marcados por la distancia y la espera. Desde mucho antes de que el barco atracara, el vestíbulo ya era un hervidero de nervios, flores preparadas y miradas dirigidas hacia las puertas de llegada.
Seis meses al servicio de la cooperación internacional
El contingente partió en mayo hacia territorio iraquí, donde ha desarrollado labores de escolta a autoridades internacionales, tanto civiles como militares, en el marco de las operaciones de la OTAN. Un trabajo discreto y desconocido para la mayoría de los ciudadanos, pero esencial para la seguridad y cooperación internacional.
La Comandancia General de Ceuta ha hecho hincapié en el compromiso y profesionalidad de los militares desplegados, recordando el intenso proceso de preparación previo a la misión, en el que también participaron diversos medios locales para dar a conocer la labor de estas unidades.
Primeros abrazos en Málaga, emoción completa en Ceuta
Los primeros reencuentros se produjeron en el aeropuerto de Málaga, donde la rotación aterrizó antes de continuar su camino por carretera hacia Algeciras y, posteriormente, en barco hacia Ceuta. Otros integrantes se desplazaron directamente a distintos puntos de España.
La primera rotación ya había llegado la semana anterior, sin convocatoria a medios, tal y como informó el Ejército de Tierra en sus redes sociales.
Una ciudad unida por sus militares
La llegada de los soldados no solo supone alivio para sus seres queridos. Ceuta, una ciudad profundamente vinculada a la cultura militar, celebra cada logro de sus unidades como un triunfo propio. La misión en Irak, explican desde la Comandancia, ha sido cumplida con excelencia, demostrando una vez más el nivel de profesionalidad y entrega de la Comgeceu.
Con la operación oficialmente cerrada, los militares comienzan ahora sus merecidas vacaciones. Tras meses de servicio lejos de casa, les espera un tiempo dedicado a recuperar abrazos pendientes, compartir vivencias y reencontrarse con la normalidad.
Porque, como señala la Comandancia, cuando el contingente que sirve al Ejército de Tierra cumple, gana Ceuta y gana España.













