El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, continúa sosteniendo sus declaraciones sobre el juez Juan Carlos Peinado, que investiga asuntos relacionados con la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Peinado presentó en septiembre una demanda contra el ministro por considerar que sus comentarios vulneraron su derecho al honor, siguiendo una línea similar a otras demandas interpuestas contra figuras públicas como el ministro de Transportes, Óscar Puente, y varios periodistas y medios de comunicación.
El acto de conciliación, previsto este miércoles a las 11:00 horas en el Juzgado de Primera Instancia número 89 de Madrid, quedó finalmente suspendido al no acudir Marlaska, que se encuentra de viaje en Catar. Ante esta ausencia, la demanda seguirá su curso, pudiendo derivar en un procedimiento civil o, en caso de considerarse, en uno penal por presuntas injurias y calumnias. Dada la condición de aforado del ministro, cualquier proceso judicial deberá resolverse en el Tribunal Supremo.
Marlaska ha reiterado en varias ocasiones que no tiene intención de retractarse de sus palabras. «Todo lo que digo lo suelo mantener y así es en este caso. Estamos en una democracia y lo importante es que cada uno pueda analizar y reflexionar sobre determinadas circunstancias que implican a los distintos poderes del Estado, con respeto, pero con convicción y con seriedad», declaró en septiembre durante el acto de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias.
El caso mantiene la atención sobre el equilibrio entre la libertad de expresión de los altos cargos públicos y el derecho al honor de los magistrados, en un contexto de creciente debate sobre la independencia judicial y la crítica política en España.











