Las bases de Junts per Catalunya han avalado con una mayoría del 87% la decisión de su dirección de dar por finalizado el pacto de investidura con el PSOE. La consulta interna, celebrada de forma telemática entre el miércoles y el jueves, ha contado con una participación del 66% de la militancia del partido que lidera Carles Puigdemont.
La pregunta sometida a votación planteaba si los afiliados estaban de acuerdo con “dar por finalizado el acuerdo de investidura con el PSOE ante los incumplimientos reiterados de sus compromisos”. Según los datos difundidos por Junts, un 86,9% de los votantes apoyó la ruptura, un 10,2% se mostró en contra y un 2,8% optó por el voto en blanco.
El resultado confirma el respaldo de las bases a la postura expresada el pasado lunes por Puigdemont en Perpiñán, donde la ejecutiva del partido decidió poner fin a su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez. “Un pacto que no se ejecuta es un acuerdo roto”, afirmó entonces el expresidente catalán, subrayando que Junts pasará a ejercer la oposición.
El secretario general del partido, Jordi Turull, ha explicado que la principal diferencia a partir de ahora será que el PSOE deberá ganarse el voto de Junts “en el tablero” del Congreso, sin negociaciones previas. No obstante, el partido no descarta apoyar medidas que considere beneficiosas para Cataluña. “Nos preguntan si la legislatura debe continuar, pero es el presidente del Gobierno quien tiene que decidirlo”, declaró Turull a SER Catalunya.
Junts descarta por el momento promover una moción de censura o forzar elecciones anticipadas, aunque reivindica su autonomía para decidir caso por caso. Puigdemont ya había defendido este enfoque en julio, durante el quinto aniversario del partido: “Este es el método Junts: analizar si cada propuesta es positiva para Cataluña, si respeta nuestras competencias y si ayuda a avanzar hacia la independencia”.
 
			 
					




 
							