El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rebajado la relevancia del caso del exministro José Manuel Salazar, al calificarlo como un asunto de «acoso laboral» y situarlo en el marco de un «problema estructural», evitando implicar directamente a instancias políticas o personales.
Las declaraciones se produjeron en un contexto de creciente debate público sobre la respuesta del Ejecutivo frente a los casos de acoso y violencia laboral dentro de instituciones públicas y privadas. Sánchez subrayó que el asunto requiere medidas institucionales más amplias, en lugar de centrarse en culpables individuales.
La postura del presidente fue criticada de inmediato por el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien cuestionó el compromiso del Gobierno con la lucha feminista. Feijóo acusó a Sánchez de situarse del lado del «acosador» y de pasar de la frase «Hermana, yo sí te creo», utilizada para mostrar apoyo a las víctimas, a un enfoque más condescendiente resumido en «Calladita estás más guapa».
El choque verbal refleja la tensión política en torno a la gestión de casos de acoso y la percepción pública sobre la eficacia de las políticas de igualdad y protección laboral.














