La crisis migratoria en Ceuta sigue cobrando víctimas. Este miércoles, la Guardia Civil recuperó tres cadáveres de migrantes magrebíes en apenas cinco horas, elevando a 30 el número de cuerpos hallados en lo que va de 2025.
Dos de los cuerpos fueron localizados en la zona del Sarchal y uno más en San Amaro, reflejando la gravedad de la situación en las costas ceutíes. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) fue el encargado de los rescates, actuando primero en San Amaro, cerca de la roca pegada a Infanta Elena, donde encontraron a un migrante que había intentado llegar a nado desde Marruecos sin equipo de protección como traje de neopreno o aletas.
Pocas horas después, en la barriada del Sarchal, los GEAS localizaron dos cuerpos más tras ser alertados por los vecinos. Los fallecidos, ambos jóvenes y aparentemente de origen magrebí, llevaban ropa de calle y podrían haber fallecido recientemente, según el estado en que fueron encontrados.
Los tres migrantes fueron trasladados al depósito del tanatorio municipal, donde se les realizará la autopsia que confirmará las causas exactas de su muerte.
El hallazgo se suma al cadáver de otro joven magrebí encontrado el martes en la zona de Juan XXIII, quien portaba aletas y traje de neopreno y presentaba un avanzado estado de descomposición. Con estos nuevos casos, septiembre se convierte en el peor mes del año en cuanto a muertes en el mar, con siete cuerpos rescatados, seguido de agosto con seis y enero con cinco.
La secuencia de tragedias evidencia la continuidad de los intentos de entrada irregular a Ceuta a nado desde Marruecos, pese a la vigilancia de la Guardia Civil y las autoridades marroquíes. La mayoría de estos intentos se producen durante la noche o en condiciones adversas, lo que aumenta el riesgo de ahogamiento para quienes no cuentan con el equipamiento adecuado.
El balance provisional de 2025 ya supera el de 2024, año en el que se contabilizaron 21 cuerpos recuperados. A falta de casi cuatro meses para finalizar el año, Ceuta registra ya 30 fallecimientos en el mar, dejando en evidencia la presión migratoria que sigue enfrentando la ciudad autónoma.