Nick Fuentes, conocido provocador de ultraderecha, está causando tensiones internas en el movimiento MAGA tras su reciente aparición en el programa de Tucker Carlson, donde reiteró sus ideas extremistas y antisemitas. Entre sus declaraciones más controvertidas, Fuentes defendió a Adolf Hitler y promovió mensajes de odio contra los judíos, generando alarma entre los sectores conservadores tradicionales.
La entrevista ha evidenciado la creciente división dentro del universo pro-Trump: mientras una generación de jóvenes activistas de extrema derecha abraza posturas radicales y supremacistas, los seguidores históricos de MAGA, defensores de un conservadurismo más institucional, se muestran preocupados por la deriva del movimiento.
La polémica se amplió cuando figuras del Partido Republicano, como Mike Johnson y Ted Cruz, criticaron duramente a Carlson por dar visibilidad a Fuentes. La Heritage Foundation, pilar del conservadurismo estadounidense, también se vio sacudida, con renuncias internas y acusaciones de favorecer una radicalización de su liderazgo bajo Kevin Roberts, quien se negó a desautorizar al presentador.
Mientras tanto, el expresidente Donald Trump mantiene silencio frente a la disputa, y su vicepresidente JD Vance llama a la unidad del movimiento MAGA, minimizando las diferencias ideológicas y enfocándose en temas como la inmigración. La confrontación, sin embargo, refleja una fractura más profunda entre los sectores tradicionales del conservadurismo y la nueva generación de ultraderechistas que busca redefinir el rumbo del movimiento.








